Presentación

lunes, 21 de enero de 2008

Real Madrid-Atletico de Madrid




Real Madrid volvió a demostrar que sus visitas al estadio del Atlético son un camino de rosas. A los treinta segundos ya tenía el partido de cara. Y así, es muy difícil que un equipo como el de Schuster vaya a regalar nada en un campo que siempre se le da bien. Los rojiblancos deberán esperar un año más para acabar con un mal fario que dura ya casi nueve campañas. Los blancos supieron sacar partido a lo peor de los rojiblancos, su defensa, y volvieron a contar con el estado de gracia de Casillas. Eso fue suficiente para dejar K.O. a un Atleti que fue el 'Kun' y poco más.

Resulta increíble que un defensa internacional cometa los errores que Pablo perpetró en el partido más importante para su afición. El manchego cortó una internada de Robinho e incomprensiblemente le regaló el esférico para que asistiera a Raúl, que sólo tuvo que empujarla. El de siempre dejaba el partido encarrilado.

Ni siquiera la recaída de Pepe, que tuvo que ser reemplazado por Salgado, alteró a los blancos, que estuvieron a punto de sentenciar en un nuevo error defensivo local, pero Robinho no acertó a cabecear con precisión cuando estaba solo.
Veinticinco minutos tardó en recuperarse del susto el Atlético. Motta, que cuando coja la forma va a ser muy importante en este equipo, se echó el equipo a sus espaldas y llegaron las ocasiones. Primero fue Forlán el que se encontró con Casillas tras soltar un buen zurdazo y posteriormente Motta cabeceó al larguero a la salida de un córner.

Sin embargo, la fragilidad defensiva atlética propiciaba que el Madrid se acercara a la sentencia cada vez que pisaba por las cercanías del área rojiblanca. Van Nistelrooy estuvo a punto de controlar un cabezazo de Robinho en boca de gol y el propio brasileño disparó desviado cuando se había perfilado bien.

Simao dejó cojo al Atlético

Cuando el Atlético asomaba la cabeza, Simao se rompió. Una mala noticia para los rojiblancos, ya que el cambio de Pepe había colocado en la banda derecha a Salgado, al que el portugués estaba superando. Salió en su lugar Reyes y el conjunto rojiblanco perdió esa banda. El sevillano, que no encara y siempre se va al centro, se ganó los silbidos de la grada y apenas contribuyó con nada positivo para que su equipo levantara el choque.
Pese a todo, los locales dieron un arreón en busca del empate que frenó Casillas. Un cabezazo picado de Raúl García se topó con la espectacular estirada de Iker. Y poco después un zapatazo del 'Kun' lo rozó lo justo para estrellarlo contra el larguero.

Fue el principio del fin rojiblanco, ya que a la siguiente jugada el Madrid mató el partido. Pablo se merendó un saque de esquina que recorrió cuarenta metros hasta el segundo palo y allí apareció Van Nistelrooy para meter la zurda en semifallo. Abbiati se lanzó prácticamente dentro de la portería y no pudo sacar el esférico. Los blancos ya se veían ganadores.

Y es que el Madrid había sentenciado el encuentro sin querer. Ni siquiera tuvo que ser decisiva la presencia de Guti en el once, que había recuperado su condición de titular tras varios partidos desaparecido.

El segundo tiempo no tuvo historia. El Atlético salió derrotado de los vestuarios y apenas el 'Kun' intentó algún gambeteo en busca del gol. Pero era una misión casi imposible sin la aportación del resto de sus compañeros. Y más cuando a Motta se le acabó la gasolina y tuvo que retirarse.

Perdón madridista

Por su parte, el Madrid no quiso hacer demasiada sangre. Los de Schuster pudieron destrozar a la contra a una zaga empeñada en salir al fuera de juego torpemente dejando solos a los delanteros madridistas. Sneijder, que disparó al lateral de la red, y Robinho, tras un tremendo error de Abbiati como el que le costó el 1-0 en el Camp Nou, fallaron dos ocasiones cantadas.

Al final, el reparto de fuerzas en la capital sigue igual. El Madrid refuerza su liderato y el Atlético, por si no lo tenía claro ya, se centra en que su única lucha es entrar en la Liga de Campeones.

Bibliografia: www.marca.com

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