Después de unos partidos en los que el Madrid pareció un líder triste, ante el Sevilla volvió a encontrar algunas de las buenas sensaciones ofrecidas en algunos momentos de la temporada y se impuso con autoridad. El Sevilla, muy lejos del equipo implacable de hace unos meses, se mostró vulnerable y deprimido, lo que aprovechó el Madrid, que divirtió con algunas buenas jugadas y dispuso de un buen ramillete de ocasiones. Heinze abrió el marcador en el vigésimo segundo gol encajado por el Sevilla a balón parado. Kanouté empató también en una falta, pero Raúl tardó un minuto en volver a adelantar a su equipo. En la segunda parte, Higuaín marcó a la cuarta que tuvo tras una sensacional jugada de Sneijder y Guti, que dieron un recital. El Madrid vuelve a sacar siete puntos al Barcelona y mantiene los seis con el Villarreal, que ahora parece más rival.
El partido contra el Sevilla no sirvió sólo para animar a la hinchada madridista, sino también a algunos de sus futbolistas, en especial Sneijder. El holandés participó en los tres goles, si bien en el segundo necesitó el oficio de Raúl y en el tercero Guti puso un soberbio pase final a Higuaín. El Madrid saltaba con una alineación que parecía con poco filo. Sin Van Nistelrooy por lesión, Schuster eligió a Robben en lugar de Robinho y para acompañar a Raúl, Higuaín. Resultó sin embargo que, enfrente, Manolo Jiménez también se hizo un lío. Navas se quedó fuera por unas molestias y eso obligó a una recomposición que terminó con Alves como centrocampista derecho, donde no es ni un cuarto de Alves. Pasada la media hora, Navas salió por Crespo y pareció muy sano, porque fue el mejor del Sevilla.
Al Madrid se le puso pronto el partido de cara. El gol lo hizo Heinze, el primero con la camiseta blanca, en una jugada en la que Cannavaro arrancó en fuera de juego cuando Sneijder botó la falta. Con el Sevilla aturdido, el Madrid jugó unos buenos minutos. Sneijder, después de mucho tiempo, volvió a emitir sensaciones optimistas. Se entendió bien con Guti y con Sergio Ramos, que hizo un partidazo. A Capel se le hizo de noche cada vez que le encaró y se le vio con frecuencia en el área de Palop, al que se le acumuló el trabajo. Si los de Schuster dejaron el partido vivo fue por falta de puntería, sobre todo de Higuaín. El argentino sigue haciendo bien muchas cosas, pero no cuando entra en el área.
Raúl iguala a Santillana
El empate de Kanouté hizo pensar al personal en encuentros recientes, como el del Valencia. Fue Raúl quien se encargó de devolver el optimismo al Bernabéu con un gol en el que demostró que conoce al dedillo el oficio de delantero. Al contrario que Higuaín, en el área se crece. Controló un balón de Sneijder, se revolvió ante Adriano y marcó. No fue un gol cualquiera, sino el 290 que hace con la camiseta del Madrid, igualando a Santillana. El tanto no cambió nada. El Sevilla, salvo Navas, era un equipo sin ambición. Ni rastro de la grandeza que presidía su juego hace no demasiado.Palop mantuvo en el partido al Sevilla hasta que Higuaín acertó. Fue a la cuarta, porque antes había fallado otras dos claras. Por partida doble incluso en una de ellas. La jugada fue bonita. La empezó Sneijder con un balón al espacio que corrió Guti. El zurdo controló bien y pasó mejor, con el exterior, para la llegada del 'Pipita', que marcó según llegaba. Fue el decimocuarto pase de gol de Guti, pero aún tendrá que dar otros catorce para que se le valore como a otros.
El Bernabéu volvió a respirar, porque temía al rival. El Sevilla le había ganado al Madrid los tres choques disputados esta temporada, pero era otro Sevilla. Hace una semana, el Atlético hizo uno de los mejores partidos de la temporada frente a los sevillistas. El Madrid también se recuperó. Eso no habla bien del equipo de Jiménez, que sigue viendo la Champions a cinco puntos. El Madrid ve a más distancia a sus perseguidores. A seis puntos al Villarreal, a siete al Barcelona. Y 'solo' quedan veinticuatro en juego.